La Botica de Mi Abuela

Una de las cosas que mas perpleja me deja es el desparpajo con que los biólogos explican el porqué de las cosas de la evolución.

¿por qué la cebra tiene rayas?, para camuflarse en su ambiente. Ya, bien, pero, ¿por qué no las tienen las jirafas?, porque se camuflan con manchitas. Ya, todo eso está muy bien, pero ¿que pasa con las gacelas?, se camuflan con el color tierra de su piel. Ahhhh, fenómeno, ¿y los chimpancés, que son negros?, no hay cuidado: corren y se suben a un árbol...

Ante estas explicaciones yo me suelo sentir bastante escéptica. La naturaleza es ciega: las cosas pasan porque pasan, y ya está.

Y todo esto viene a cuento porque andaba el otro día por Internet y caí en un artículo en el que se cuenta cómo unos científicos han descubierto en el sistema respiratorio humano unas células iguales a las que poseemos en la boca para detectar los sabores amargos.

Según parece, al estimular estas células, los pulmones reaccionan y permiten que bronquios y bronquiolos se dilaten, favoreciendo de esta manera la entrada de aire en los pulmones, y por tanto, una mejor oxigenación del individuo.

Así pues, están planteándose buscar sustancias con un fuerte sabor amargo para probar si bien estas, o algún derivado estimulan el sistema respiratorio de las personas asmáticas.

Pero, ¿que fue primero: el huevo o la gallina?.


Quiero decir:

¿Nacieron las células en la boca a fin de detectar ciertas moléculas de sabor (y olor) amargo, apareciendo mas tarde, en la zona pulmonar?,

o bien

¿eran células que provocaban la dilatación de los bronquios al entrar en los pulmones ciertas moléculas de olor (y sabor) amargo, apareciendo mas tarde en la zona de la boca?

Copio/pego:

"La teoría dice que estos evolucionaron para que distinguiéramos, por ejemplo, entre las almendras dulces, inocuas, y las amargas, que contienen amigdalina, una sustancia venenosa"

Hasta ahora los biólogos habían afirmado, alegremente, que estos receptores, nos servían para evitar las substancias amargas, ya que muchas de ellas son venenosas, pero mira tu por donde parece que su verdadera función era ayudarnos a respirar a pleno pulmón.

Digo yo que, ya puestos, quizá sería mas interesante tener en la boca receptores que detectaran el veneno de las setas que el sabor de las humildísimas almendras amargas...

..

Como siempre ocurre en la Naturaleza las nuevas características aparecen como resultado de una mutación al azar.

Posteriormente, si esta mutación de como resultado una cualidad útil, evolucionará por selección natural, hasta que se adapte perfectamente a la especie.

En este caso la utilidad ha sido doble, y un mismo tipo de célula parece tener dos funciones. Tanto mejor. Pero lo importante es que Pasó Porque Pasó. No le busquemos una fianlidad.

Las personas especialmente dotadas para la náutica, estaban ahí desde antes de la Edad de Piedra. Solo cuando llegó el momento de conquistar el mar esa cualidad fue una ventaja evolutiva. Lo mismo digo para aquellos dotados para la informática: hace cien años eran unos perfectos inútiles.

Existe un ejemplo clásico que todos conoceréis:

Ciertas polillas que habitaban en los bosques ingleses de la era pre-industrial, eran claras con manchitas oscuras. Posadas sobre los líquenes adheridos a los abedules, resultaban invisibles para los predadores.

Muy de tarde en tarde podía aparecer una pobre polillita negra, que a penas había aprendido a desplegar las alas era glotonamente devorada.

(sacado de)

A mediados del siglo XVII empezó la revolución industrial, con el uso intensivo del carbón; el hollín invadió bosques y ciudades y a partir de aquel momento la polilla negra tuvo mayores posibilidades de sobrevivir y dejar descendencia

Con esto aumentó en gran número la población de polillas negras, y disminuyó la de polillas blancas.

Pero, repito, No es que Aparezcan Polillas Negras Para camuflarse en su ambiente. Aparecen. Y punto.

Cuando el ambiente se hace mas oscuro, sobreviven en mayor número y dejaran mas descendencia que sus primitas blancas. En unas cuantas generaciones la población de polillas negras será mayoritaria.

Muy de tarde en tarde aparecerá una pobre polillita blanca que a penas haya aprendido a desplegar las alas será glotonamente devorada...

....hasta que llegamos a mediados del siglo XX, cuando la legislación inglesa (Clean Air Act) empieza a preocuparse por el medio ambiente.

El fin de la contaminación por hollines da como resultado no sólo el fin del smog en Londres, sino también la vuelta de las polillas rubias a los bosques ingleses. (No hace falta que digamos que de tarde, muy de tarde en tarde aparece una pobre polillita negra, que a penas ha aprendido a desplegar las alas.....)

Bueno.

Ya sabéis.

Os dejo. Esta pobre abuela anda fatal, por culpa de los primeros fríos del otoño. Tose, estornuda, se ahoga, gasta cajas y cajas de kleenex...

Mi anciana abuela acostumbraba a recomendar para estos casos vahos de Eucalipto. Como yo soy de la década de la Penicilina, nunca supe apreciar sus remedios, considerando a mi abuela ignorante, y a sus remedios anticuados y poco apropiados para la época....

...No puedo dejar de imaginármela en el cielo, mirándome por un agujerito entre dos nubes, con su eterno ceño, diciendo:

así que las sustancias amargas dilatan los bronquios...
..¿a que saben las hojas de eucalipto?
¡¡Sabihonda!!!!

Bueno, estoy pensando seriamente, para cuando pase a mejor vida, no pedirme el cielo, para no correr el riesgo de encontrarme con Doña Maria....

Me pediré mejor vagar eternamente por la red, materializándome de tanto en tanto ante alguno de mis lectores, e instalándome en su portátil como fondo de pantalla...

Por ahora creo que con los vahos bastará, y que el Padre Eucalipto me dará aún vida para muchos posts mas,

Entre tos y tos, aprovecha para mandaros un fuerte abrazo,

Vuestra Abuela Virtual.

P.D. (Atendiendo a mis muchos años, espero que me aceptéis el viejo recurso literario de la PostData).

Nada mas aparecer este post en un blog donde suelo colaborar,  el comentario de un amable lector me hizo pensar que tal vez, para no alargarme demasiado, me había quedado corta, y el tema estaba a medias.

En vista de que mi respuesta pareció aclararle dudas, hago extensiva para todos vosotros la respuesta que le dí.

la idea era hacer notar cómo un detector de sabor de la boca, que según los científicos tiene la clara misión de hacernos evitar los sabores amargos, a la hora de la verdad resulta que era un dilatador bronquial (ante los olores amargos, precisamente).

Este no seria mas que un caso particular del hecho de que portamos miles de mutaciones que no sirven para nada: Cuando llega un cambio ambiental, una epidemia o cualquier otra circunstancia, aparecen unos individuos capaces de superar la catástrofe gracias a una mutación que tenían desde hace generaciones, nadie sabe bien para que.

De esto hay un ejemplo precioso, que hoy en día es ya un clásico.

La anemia falciforme es una enfermedad hereditaria. El que la recibe de uno de sus progenitores, no la sufre, pero se la pasa a la mitad de su hijos. El que la recibe de ambos sufre una grave forma de anemia, junto con otros síntomas como la artritis; además tiene un riesgo grave de sufrir todo tipo de accidentes vasculares.

En los años sesenta se empezó a observar que la incidencia de esta enfermedad coincidía con la de la malaria en África.

Según parece es así porque los portadores de la anemia falciforme son en muchos casos resistentes a la malaria.

Así, una mutación e principio perjudicial, se convirtió en beneficiosa en aquellas zona donde se da esta enfermedad.

Pero, insisto, y esta es la idea principal: La Naturaleza Es Ciega. Los humanos no tenemos anemia falciforme PARA combatir la malaria, sino que Mira Tu Por Donde, los que la sufren, son capaces de combatirla.

Y todos los días nace un niño con una nueva mutación que ni fu ni fa.

Pero alguno de ellos, no te quepa la menor duda, lleva en sus genes al Homo PostSapiens, que con toda probabilidad aparecerá dentro cien, mil o un millón de años.

Porque aunque los pesimistas piensan que nuestra especie se destruirá a sí misma, yo soy de la opinión de que tras la catástrofe quedará un pequeño núcleo de PostSapiens, que terminará por ocupar todo nuestro nicho ecológico, como el Cromañón ocupó el del Neandertal