Andaba el otro día por Internet y caí en una página en la que se cuenta cómo unos investigadores han estudiado la costa norte de España, a la búsqueda de lo que parece ser la unión de dos antiguos continentes.
Es un interesante artículo en el que se muestran fotos en detalle de rocas de la costa gallega.
En las rocas pueden verse rastros de extraños plegamientos, que a la mayor parte de los humanos no nos dicen demasiado, pero son una fuente inagotable de reflexión y entusiasmo para los geólogos.
Cada día que salimos al campo de merienda, pasan ante nuestros ojos infinidad de interesantes fenómenos geológicos.
No es difícil imaginar que rocas como esta exciten la curiosidad del mas lego en la materia,...
...por no hablar del montañero que se encuentra una roca con la inconfundible silueta de una raspa de pescado...
Y es que
desde la antigüedad el hombre se ha preguntado el por qué de estos caprichos de la naturaleza.
No os quiero dar mucho la lata con cosas que podéis encontrar en Wikipedia pero sabed que desde los antiguos griegos hasta nuestros días, y tanto en oriente como en occidente, se encuentran ejemplos de hombres de ciencia que trataron de explicar esos fenómenos con mayor o menor fortuna.
Por ejemplo, Teofrasto, (el griego, no el alemán) -trescientos años antes de Cristo- se fija en el ámbar, en el que a veces pueden verse pequeños insectos atrapados.
Teofrasto tiene el acierto de imaginar que el ambar no es mas que es un trozo de resina convertida en piedra.
Mil años mas tarde son hombres de ciencia musulmanes, en especial persas (iraníes para situarnos) los que se preguntan por el bello y extraño mundo que les rodea.
Si, un mundo realmente extraño y bello
...por ejemplo esos magníficos paisajes donde la orografía se presenta como una serie interminable de líneas paralelas, dibujando las mas caprichosas formas.
¿cómo no hacerse cientos de preguntas ante este panorama? ¿cómo olvidar este paisaje?
ya en el siglo XVII hubo -Nicolas Steno- quien se planteó que el orígen de esas líneas –estratos- era la superposición de sedimentos depositados año tras año, un poco como los anillos de los árboles indican su crecimiento anual.
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| Sierra del Torcal |
En casos como este parece fácil imaginar una relación directa entre el nivel del estrato y el tiempo transcurrido. Así, imaginaba Steno que los fósiles encontrados en capas inferiores eran mas antiguos que los de las superiores.
Pero, como siempre pasa, las cosas son a veces mucho mas difíciles de lo que parece...
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| Las montañas de León |
Con el correr de los años también se preguntaron por el origen de las fuerzas capaces de retorcer de esa manera una montaña entera.
En el siglo XVIII
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Inglaterra entra en la Revolución Industrial. Por estas épocas los geólogos son muy buscados, pues sólo ellos pueden saber donde hay mas probabilidades de encontrar yacimientos de minerales o carbón.
Entre estos geólogos se encontraba William Smith, persona que con grandísimos esfuerzos y a través de innumerables viajes por toda la Isla, consiguió elaborar un mapa geológico de toda Inglaterra, que editó y puso en venta.
Mapa, por cierto, que fue inmediatamente plagiado (¿os suena?) por sus competidores. El buen Señor Smith no pudo pagar los gastos de tanto viaje, y acabó arruinado y en la carcel por deudas. Tranquilos, que todo acaba bien: Si entráis en ese
link veréis que al final se arreglan las cosas.
la geología es ya una materia asentada: Biólogos y geólogos van de la mano aportando sus conocimientos mutuos, a la hora de datar terrenos: Los sedimentos con fósiles similares tienen edades aproximadamente iguales, mientras que, por su parte, la edad de estimada de los fósiles ayuda a datar la de los sedimentos.
Ya nadie duda que los fósiles son restos de animales del pasado, y no caprichos de la Naturaleza. Tampoco cabe duda de que los accidentes geográficos son el resultado de los fenómenos de atmosféricos, junto con la acción de unas terribles fuerzas desconocidas, capaces de empujar masas inmensas de rocas hasta convertirlas en montañas, o de hacer volar en pedazos una isla, en un instante.
Por aquel entonces se pensaba
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que la Tierra no tenía mas allá de cien o doscientos mil años, pero para mitad del siglo XIX, todas las piezas del rompecabezas empiezan a encajar en una Tierra mucho mas vieja que lo calculado hasta el momento:
Lord Kelvin (el de los Grados kelvin), por ejemplo, piensa que si el planeta fue en su nacimiento una bola incandescente, para llegar a enfriarse han debido de pasar al menos 400 millones de años.
A los biólogos también les parece 400 millones el tiempo mínimo para que la evolución de las especies se haya podido llevar a cabo...
... y tres cuartos de lo mismo para los geólogos.
.. me llama la atención la curiosa manera que tiene un tal John Joly de datar la tierra: calcula la cantidad de años que le llevaría al mar acumular la actual cantidad de sal, simplemente recibiendo agua ligerísimamente salada de los ríos de la Tierra: por debajo de los 80 a 100 millones de años, ¡ni hablar!!.
Así, vemos que, aunque las cantidades oscilan, todos tienen claro que los famosos cuatro mil cuatro antes de Cristo del no menos famoso Obispo Usher no son posibles.
En el siglo XX,
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con el descubrimiento de las sustancias radiactivas, empiezan los científicos a imaginar que lo que mantiene caliente el interior de la Tierra no es el fuego del tiempo de su creación, como pensaba Lord Kelvin, sino la desintegración de los átomos: es la energía de fisión la que mantiene constantemente caliente a la Tierra desde su nacimiento. Y no importa la edad que tenga, ya que mantiene en su interior un horno nuclear, que trabaja a través de los millones de años.
Así, los Felices Años Veinte saben ya que la Tierra es mucho mas vieja: entre dos y tres millones de años.
Ahora ya hay tiempo suficiente para que los procesos de transformación lenta pero constante, como la Teoría de la Evolución de Darwin tengan tiempo para llevar a cabo su cometido.
...y todos respiran aliviados. La Naturaleza que va a su ritmo, sin sobresaltos, a lo largo de los eones llevando a cabo su labor
Ya con veinte añitos publica un trabajo sobre la datación radiométrica de la Tierra. Con este método logra conocer la edad de una roca con fósiles procedente del condado de Devon.
Es este un tema interesantísimo, del que hablaremos algún día, pero por el momentos resumo diciendo que los elementos radiactivos van desintegrándose poco a poco, de forma constante, y a una velocidad que conocemos. Además sabemos que el producto final de estas desintegraciones es el plomo, que es estable.
Por ejemplo se conoce cómo ocurre la desintegración del torio en otros elementos: La mitad del torio (lo que se llama periodo de semidesintegración) que contiene una muestra de mineral se convierte en el elemento radio después de 14.050.000.000 años (tan lentamente, que el Big Bang ocurrió hace menos tiempo).
La mitad de ese radio tarda 5 años y nueve meses en convertirse en actinio...
Así, al estudiar un mineral, determinando las cantidades relativas de cada isótopo radiactivo –o de plomo- que contenga, podremos saber cuantos años hace que se formó: cuantos años tiene.
Seguimos con el mineral de Devon y el Doctor Holmes.
Para estupor de los viejos cabezahuevo de la Royal Society el buen Profesor Holmes dictamina que la piedra analizada tiene alrededor de 370 Millones de Años
..Y es que este señor Holmes era un poco obseso del tema: dedicó su vida a datar y datar y mas datar por todas partes. Esta manía terminó por convertirle en un miembro eminente y respetado del mundo académico.
Por estos mismos tiempos
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un hombre de ciencia se fija en una peculiaridad que se hace evidente en el mapamundi: que los bordes de SudAmérica oriental y de Africa occidental encajan como dos piezas de un rompecabezas.
No es un hecho nuevo: desde que se dispuso de mapamundis, muchos marinos y geógrafos habían notado esta coincidencia. A principios del XVII Sir Francis Bacon lo hace notar en sus escritos, aunque sin profundizar en el tema.
También lo hace el científico y viajero Alexander Humboldt, a principios del XIX que incluso habla de pasada, y se pregunta si alguna vez no estuvieron juntos.
Pero el que mas se acerca a la cuestión es un francés: Antonio Snider-Pellegrini, medio siglo mas tarde. Incluso señala que los fósiles africanos son similares a los de las tierras –supuestamente- contiguas del continente americano. No tiene mas remedio que sospechar que estas tierras en algún momento estuvieron unidas.
Este geógrafo, fervoroso creyente como muchos de sus contemporáneos, no vio otra solución al problema sino que las tierras sufrieron un grave corrimiento debido al Diluvio Universal...
Sea como sea, el auténtico padre de la teoría
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de la Deriva Continental es Wegener, un astrónomo y meteorólogo alemán que no tuvo demasiada suerte en esta vida.
...pero que como el Cid, ganó batallas después de muerto.
Todo empezó en otoño de 1911. Wegener, con 31 años, era profesor de la Universidad de Marburgo.
Andaba un día brujuleando por la Biblioteca, y cayeron sus ojos sobre un artículo científico en el que se daban datos sobre una estrecha relación entre ciertos fósiles de Africa y Brasil. Fósiles que de ninguna manera habrían podido sobrevivir la larga travesía del Atlántico.
La idea de una cierta deriva continental estaba ya en el ambiente (científico), pero de repente Wegener,
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Lo vio
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Los Continentes que ahora se alejaban, hubo un día en que formaron parte de una única masa de tierra firme: Pangea, una inmensa isla rodeada por un único, insondable mar.
....
....tras un año de darle mucho al coco, en el año 1912 -hace cien añitos justos- llegó a la conclusión de que este desgajamiento ocurrió hacia finales del Carbonífero (225-300 millones de años).
Wegener flotaba en las nubes, soñaba con su nuevo/antiguo mundo/reino...
Tampoco debió leerlos
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con demasiada atención el mundo académico de su tiempo, pues los geólogos de su época ni se molestaron en comprobarla...
...incluso pensaban que el hecho de que un simple meteorólogo opinara de cuestiones tan serias, era sacar los pies del plato....
...y que un mecanismo tan complicado como la deriva de los continentes necesitaba ser
muy bien explicado
En en año 1931 Arthur Holmes,
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el mismo Arthur Holmes que se obsesionó con la edad de la Tierra, propuso la Teoría de las corrientes de convección del manto...
Si miráis esa imagen, veréis como funciona el invento: el centro de la Tierra es una bola líquida formada por hierro y níquel.
Mas arriba está el manto. Mas ligero que el núcleo, y mas frío, absorbe calor este. Ello hace que se produzca un movimiento de convección que es la forma fina de decir que el manto de la Tierra se porta como la sopa en el puchero: la que está mas cerca del fuego sube, ocupando el lugar de la de arriba, que baja, hasta que se calienta y sube...
...formando esos bucles cerrados.
Son precisamente estos bucles cerrados del manto los que empujan de manera regular a la corteza terrestre.
Los puntos por donde sube el manto, rompen la corteza y la empujan hacia los lados. Sale entonces el material del manto, junto con la corteza profunda. En esas zonas debilitadas, quebradas, del Manto Terrestre se producen los volcanes y los terremotos.
Mas allá, en los puntos por donde el bucle se cierra hacia abajo, la corteza es arrastrada hacia el interior del manto.
Es así como los continentes se separan –crece el espacio entre ellos- por el lugar donde emerge el manto. Y nacen montañas en los puntos donde se encuentran los bordes de dos continentes. Es por lo que no resulta inverosímil el hecho de encontrar restos de animales marinos en los mas altos riscos: un día fueron fondo del mar.
Así nacieron en su momento los Alpes o la Sierra Nevada, hace cinco millones de años.
La Cordillera del Himalaya sigue creciendo en estos momentos. Las placas que la empujan se nueven a una velocidad de 15 cm al año. En algún sito leí que aproximadamente a la velocidad que crece el pelo. La próxima vez que vayáis al la pelu, acordáos de la Madre Tierra, que se mueve (lento, lento) bajos vuestros pies.
Como ya he dicho, todos estos movimientos tienen mucho que ver con terremotos y volcanes, atolones y cráteres, fallas y cañones, pero lo dejamos para mejor ocasión.
Bueno, volviendo al Dr. Holmes,
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como ya os dije, era una persona muy influyente y considerada por la sociedad científica de su tiempo. En cuanto enunció una teoría que explicara cómo los continentes se movían, Wegener y su teoría quedaron rehabilitados
...
Tarde.
Wegener murió un año antes, en el mes que cumplía cincuenta años, en una expedición mal preparada y peor pertrechada a la Isla de Groenlandia.
Por ciero, que a los que les gusten las historias que acaban mal, no dejéis de entrar en ese link...
..pero buscad primero una buenan caja de kleenex.
Esta es una de las fotos que recibió Else, su esposa, junto con la noticia de su desaparición...
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...en mayo del año siguiente, cuando fueron encontrados sus restos no quiso Else que su querido esposo tuviera mas sepultura que el hielo que recibió su último suspiro. Allí sigue su cuerpo,
(copio/pego)"descendiendo lentamente dentro de un enorme glaciar, que algún día se desprenderá y quedará flotando como iceberg."... sin saber que un tal Dr. Holmes le ha elevado al Olimpo de los Grandes Pensadores...
Y mira tu por donde,
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cuando tenía acabado el post, entro el otro día en una página en la que se muestra cómo podría
ser la evolución de los continentes que hoy conocemos, de aquí a 500 millones de años.
Aunque parece difícil saber como van a suceder realmente las cosas, sí que se piensa hoy en día que posiblemente a la larga las masas continentales vuelvan a unirse para formar un nuevo único continente...
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...que también han querido, como Wegener darle un nombre: Amasia.
La historia de la tectónica de placas no termina, pues nada en la ciencia es seguro: con toda probabilidad si hubiera escrito este post hace veinte años no hubiera escrito los párrafos anteriores, y quien sabe lo largo que sería si lo escribiera dentro de veinte mas.
Recibid un cordial saludo de
Vuestra Anciana Abuela
