jueves

Ötzi, el (tatar)abuelo italiano de Heidi


Andaba el otro día por Internet y entré en una página en la que se contaba cómo 
"Un robo de cobre provoca retrasos del AVE que afectan a 12.500 pasajeros".
Brujuleando por ahí encontré otras muchas páginas sobre el temaAsí, escribiendo "mafia del cobre" en Google, aparecían 
"Aproximadamente 4.180 resultados (0,44 segundos)"
Bueno, no está mal. La Cosa (Nostra) del Cobre parece ir viento en popa. Además, esta gente no solo es capaz de robar y dejar a oscuras al mismísimo Lucero del Alba, sino que llega a utilizar la mas terrible de las violencias para conseguir sus fines...

Y todo esto me trajo a la cabeza, la Historia de Ötzi, el Hombre de los Hielos, víctima según parece, de la primera Fiebre del Cobre de la Historia: el Calcolítico.
Os cuento:
En Septiembre de 1991, aparece en el periódico "El País"
"Hallado en el Tirol el cuerpo congelado de un hombre de hace 150 años"
Tras el susto inicial, al pensar en un posible excursionista muerto, se ve por el estado del cuerpo
(que lleva momificado mucho tiempo)
"En un primer momento algunos especialistas anunciaron que el cuerpo podría tener 500 años de antigüedad, pero posteriormente el historiador austriaco Hans Haid se ha mostrado escéptico ante esta teoría"
Buena ocasión para que un ilustre historiador mantenga la boca cerrada: averiguada la historia, se trata de la momia mas antigua que se conoce.


Mas de Cinco Mil Años De Antigüedad.


Se supone que quedó congelado al poco tiempo de su muerte, siendo inmediatamente enterrado bajo la nieve. Con toda probabilidad siguió en ese estado durante los más de cinco mil años que tardó en ser descubierto.

(sacada de)
Es muy de lamentar que tanto quien encontró a Ötzi como quien le liberó del hielo, "no fueran del gremio", como aquel que dice: una de las caderas de nuestra querida momia sufrió graves daños en las maniobras de extracción.

Se me quedó en su momento grabado el dolorido comentario de un biólogo francés, en referencia al rescate de Ötzie: "No Les Ha Faltado Mas Que Llevarle A La Tintorería!!!...".

Conocida la importancia del hallazgo, pronto llegó un grupo de arqueólogos al lugar: In situ, trazaron un cuidadoso mapa punto exacto del hallazgo, así como de los alrededores. Quedaron a la espera de que pasara el invierno (ya estaban en Octubre), para comenzar una excavación científica al año siguiente.

Ötzi era un varón de 1,60 m de altura, de una edad aproximada de 46 años. Su análisis de ADN mitocondrial, muestra que pertenecía a un tipo genético común en los europeos.

Por aquí y por allá, se pueden ver tatuajes en su piel.
A la luz de los rayos X se pudo observar que los huesos bajo estos tatuajes estaban afectados por lesiones artríticas. Quizá que el médico/chamán de la aldea trató de aminorar sus dolores con tan pintoresco método.


 Os remito a esta página fascinantemente morbosa, en la que se puede ver a Ötzi centímetro a centímetro en toda la extensión de su piel: sus tatuajes, sus dientes, blancos todavía, su boca descarnada...

Ötzi era un ser humano exactamente como nosotros en cuerpo y espíritu, conocía la agricultura y la ganadería, aunque aún no las artes del telar; si hubiera bajado al mercadillo dominguero a vender sus productos, con su chaqueta y sus calzones de piel, los contemporáneos de Heidi no hubieran dudado en comprarle un par de quesitos o un cacharro de cerámica de boca ancha, sin fijarse siquiera en su aspecto....Lo de Heidi hubiera sido diferente, porque con seis añitos, toda de cuero....
...demasiado heavy...
Aunque tanto descubridores como rescatadores trataron de hacerlo todo al revés, el buen trabajo posterior de biólogos y arqueólogos (en mis cuentos los científicos son siempre los buenos de la peli) permitió localizar una serie de objetos pertenecientes a nuestro hombre:

Asi: Enterradas en el pelo de su chaqueta de piel, se encontraron clavadas espigas de escaña. Los restos de su estómago contenían escaña mezclada con cebada, y carne de venado.

(sacado de)
La escaña un tipo de cereal, que se cultivaba tanto en Europa como en Medio Oriente, donde había sido domesticado en fechas anteriores.

La chaqueta parece ser de piel de cabra doméstica. Alguien había puesto buen cuidado en teñir franjas oscuras a lo largo de toda ella, dándole un coqueto aspecto.

También de cuero de cabra eran los calzones, fabricados con finas tiras cosidas entre si, así como las polainas que cubrían sus piernas. Por abajo se ataban a los zapatos y por arriba al cinturónque estaba confeccionado por una larga tira de cuero, suficiente para darle dos vueltas al rededor de la cintura; (algo así como la faja de los baturros).


Cosida al cinturón llevaba una bolsa de cuero que se cerraba por medio de una correa. Dentro llevaba sus herramientas. Sobre la chaqueta, una capa de piel de oso que se sujetaba al cuerpo con dos tiras de cuero, También se encontraron restos de una especie de estera de carrizo, qu probablemente le servía un poco para todo: lo mismo para chubasquero que para echarse a dormir sobre la nieve.

Sus zapatos son el fruto de un elaborado trabajo: constan de una capa interior de hierba, mientras el exterior es de piel de venado. Todo ello va sujeto con tiras de cuero, a una suela de piel de oso. Todo el conjunto va atado por el empeine, en zig-zag, tal y como nos atamos los cordones de los zapatos.

En la bolsa del cinturón llevaba un cuchillo de sílex con su preciosa hoja bien afilada que se mantiene como nueva tras estos cinco mil años.

También llevaba un par de recipientes de corteza de abedul. Uno de ellos contenía unas pocas hojas de arce. Entre estas hojas de arce se encontraron restos de carbón vegetal, lo que parece indicar que el conjunto serviría para preparar una hoguera, un poco como hacemos los domingueros, que llevamos carbón para la barbacoa preparado, en vez de usar la leña que encontramos por el camino.

Además de todo esto, un montón de cachivaches (que podéis ver en esta página), embuchados dentro de una mochila de cuero con bastidor de madera, del tamaño aproximado de su espalda. La piel iba sujeta al bastidor, mediante una soga. 
Y el arco. Un inmenso arco de dos palmos mas alto que el propio Ötzie. A falta de los últimos toques: todavía no tenía hechas en los extremos las muescas donde iría atada la cuerda, y la madera estaba a falta de pulir.
Y las flechasen el carcaj. Solamente dos de las catorce puntas de flecha estaban montadas en el astil.
Para procurarse comida, seguramente confiaba mas que en el arco, en una red de fibra trenzada, con la que podría atrapar pequeños animales.

Pero la herramienta estrella de Ötzi era sin duda su hacha:

Tecnología punta
Un hacha con hoja de cobre. Copio-pego:
"El mango de tejo cuidadosamente pulido es de alrededor de 60 cm de largo. En la parte superior de la empuñadura hay un eje en horquilla en la que se fijaba la hoja mediante melaza de abedul, y se amarraba cuidadosamente con correas de cuero fino para evitar que la cuchilla se moviera. La hoja de 9,5 cm, de forma trapezoidal, es de cobre casi puro. El filo se obtuvo mediante batido en frío, una vez confeccionada la hoja."
Si. Tecnología punta.
A tope.
Con este hacha, Ötzi entraba con pleno derecho en el azaroso mundo del Calcolítico. El hombre del neolítico, con sus usos y costumbres regladas, seguramente vivía una existencia plácida, monótona, de relativa abundancia, esperando tan solo que el sol madure el trigo, que baje el ganado de los pastos de verano, "un rebaño de ovejas esquiladas que acaban de bañarse: todas ellas han tenido mellizos y no hay ninguna estéril", (si se me permite el anacronismo).

Pero llega el día en que son invadidos por extraños: Gente venida de Oriente medio, que aporta al plácido mundo magdaleniense, la fiebre del cobre.

El cobre, que al principio se utilizaba, como el oro para ornamentos
fue posteriormente utilizado para fabricar armas y herramientas, como cuchillos o hachas.


Aunque parece que en Asia se trabajaba este metal hace nueve mil años, no fue hasta hace seis mil que llegó esta técnica al mundo occidental.

En los Alpes hay numerosos yacimientos de cobre, y se tiene pruebas de que ya eran explotados hace cinco mil años. El mineral era triturado y con la leña del bosque se mantenían hornos a mas de mil grados de temperatura, donde fundía la mena.

El estudio del análisis isotópico del esmalte de sus dientes parece mostrar que Ötzi no creció -sus dientes no crecieron- en el mismo lugar donde luego murió. Seguramente venía de un valle del Tirol, a dos o tres días de camino, aunque es seguro que pasó en el Ötzal, el valle donde murió, los últimos diez años de su vida.

Quizá Ötzi hubiese sido forzado a venir, trabajando como esclavo en una mina. Quizá fuese un herrero del cobre. Los cabellos encontrados tienen trazas de arsénico, lo que indica que anduvo cerca de un lugar minero.


Y es que estos yacimientos dieron lugar a una gran afluencia humana al territorio. Las zonas mineras, de repente adquirían una gran importancia económica, y lo ponían todo patas arriba: terrenos yermos donde apenas se criaba un par de cabras, se convertían de la noche a la mañana en un emporio del cobre; a cambio, el ganado que pastaba en los altos pastizales de verano, quedaba a la disposición de forasteros hambrientos y desarraigados...

Hubo que cercar las posesiones y mantener estrecha vigilancia. El emplazamiento almeriense de "Los millares", que dio lugar a la cultura de este nombre, tiene, por estos mismos años, una historia paralela.

Copio/pego:
" La importancia de este asentamiento radica en las minas de cobre próximas al mismo. Tener cobre era muy importante en esta época y supuso muchos enfrentamientos. ..    ... El hecho de que el poblado esté situado de forma defensiva entre dos ríos en una colina ya es un dato importante que nos indica el acoso que tuvo que soportar esta población, tanto de pueblos venidos del mar como del interior." (Ana Mª Vázquez Hoyos)

Y Ötzi estuvo en medio de la pelea.

Tenía clavada una flecha en la espalda¸ la punta de la que acabó con su vida es diferente de las que el propio Ötzi lleva en su carcaj. Incluso se puede afirmar que no había sido fabricada por los artesanos del lugar...

En su pelea final supo enfrentar la muerte: en la mano derecha se puede ver un corte profundo que afecta piel, músculo y hueso: una herida defensiva. Agarró con su mano desnuda la daga, -quizá de cobre-, de su enemigo. Parece que la herida estaba en proceso de cicatrización, lo que hace suponer que peleó al menos todo un día antes de su muerte. También tiene algunas costillas rotas, y un golpe en la cabeza.


Su ropa tenía trazas de sangre; al menos la sangre de dos personas.

Y las flechas, también: una de estas tiene sangre de otros dos individuos; en ese día o en días anteriores la había lanzado y extraído un par de veces, antes de volverla al carcaj. Quizá debido a la escasez de flechas con que contaba.

Al verse herido, abandonada toda esperanza, coge todo lo que le cabe en la mochila y sale a toda velocidad, hacia la montaña, buscando un paso para atravesar la cordillera y perderse en los montes. Quizá para volver a su casa, a morir junto a los suyos.
Sacado de Google Maps, A: Lugar donde fue encontrado Ötzie B: Lugar supuesto de infancia de Ötzie


Eso podría explicar que ni el arco ni las flechas estuvieran a punto: quizá perdió su arco en la pelea y cogió uno que encontró a medias.

Luchando contra el dolor, el frío y el mal de altura, coloca cuidadosa, amorosamente, sus pertenencias: el arco y el carcaj, la mochila, y su preciada hacha, apoyados en una roca. No lejos, se acuesta para reponer fuerzas.

Pronto sobreviene la muerte. Desangrado, doliente, aterido, exhausto.
Solo.
Absolutamente solo.

Quiero pensar que Ötzi fue un héroe, que murió luchando bravamente por su libertad y la de los suyos. Ese es mi Ötzi, el Ötzi que describo en cursiva, en el color azul, del mundo de los sueños que la ciencia, que escribo en simple y austera letra Ariel negra, no me permitiría escribir.

Así, quitando los párrafos escritos en cursiva azul la historia de Ötzi está basada en los minuciosos estudios llevados a cabo por los sesudos investigadores: yo no he hecho mas que resumir lo que ellos han dicho:

"Nadie sabe exactamente cuántos equipos de investigación de todo el mundo se han ocupado de este fenómeno hasta la fecha...."El Instituto EURAC de Momias y el Hombre de Hielo se esfuerza para mantenerse al corriente de las investigaciones en curso y sus resultados en todo momento..."
El caso es que ahora, con tantos adelantos, a nuestros queridos sabios les resulta mas fácil saber lo que hicieron unos pocos huesos hace cinco mil años, que sus propios hijos el sábado pasado.

Sea lo que sea, lo que si parece seguro es que la nieve cayó como un piadoso manto sobre Ötzi, y esperó mas de cinco mil años para liberarlo y dejarlo a nuestra vista.

...y seguramente se lo tenemos que agradecer al famoso "Calentamiento Global"....

Bueno...